La doctrina del Pacífico de la concepción espiritual es cualquier cosa excepto un fenómeno aislado. Por ejemplo, se declara explícitamente en la literatura budista canónica que son necesarias tres cosas para la concepción: la unión del padre y la madre, el período de la madre, y la presencia del Gandharva:3 el Eros divino y solar. El Gandharva corresponde aquí a la Naturaleza divina que Filón llama "la más alta, mayor y verdadera causa" de la generación, mientras que los padres son meramente causas concomitantes;4 y a la "Naturaleza siempre productiva"5 de Platón y al "Padre" de san Pablo, ex quo omnis paternitas in coelis et terra nominatur.6 Sería difícil distinguir estas formulaciones de la de los aborígenes australianos, con su "doctrina oficial" iniciatoria, en la que la relación sexual es asociada con la concepción, pero no como su causa. Sería igualmente difícil distinguir la australiana de la doctrina de Aristóteles de que "El hombre y el Sol7 generan al hombre",8 o de la designación de Dante del Sol, una luz preñada, como "el padre de cada vida mortal", cuyos rayos resplandecientes permiten a cada uno decir: Subsisto.9 Estas formulaciones, a su vez, corresponden a las del Śatapatha Brāhmaṇa, donde es en cuanto que son "besados", es decir, insuflados, por el Sol por lo que cada uno de los hijos de los hombres puede decir "yo soy" (asmi), o, en las palabras del Comentador, "adquiere un sí mismo".10 Nuevamente, la distinción australiana de la causa primera de la concepción de la mediata tiene un estrecho paralelo en la Jaiminīya Upaniṣad Brāhmaṇa: "Cuando el padre [humano] le emite así como semilla dentro de la matriz, es realmente el Sol el que le emite como semilla dentro de la matriz… de ahí nace, después de esa semilla, ese Soplo."11 Uno no puede, verdaderamente, distinguir el "que pone la semilla en las plantas, en las vacas, en las yeguas, y en las mujeres"12 del "Sol" de Dante, o del "espíritu de la fertilidad" de los "primitivos".
No hay comentarios:
Publicar un comentario