domingo, 3 de abril de 2011

Jámblico, Sobre los misterios egipcios

Sean estos nuestros argumentos generales relativos al culto puro: porque une íntimamente los demás seres con los superiores a nosotros, porque se dirige puro a los puros y exento de pasiones a los exentos de pasiones. Entrando en detalles, afirmamos que la erección de imágenes fálicas es un símbolo de la potencia generadora y consideramos que ella está llamada a fecundar el mundo, razón por la que la mayoría son consagradas en primavera, cuando precisamente también todo el mundo recibe de los dioses la generación de la creación entera. Y pienso que las palabras obscenas testimonian la carencia de belleza en el ámbito de la materia y la fealdad previa a lo que va a ser ordenado; estos seres, que están carentes de orden, aspiran tanto más a ello, cuanto más son conscientes de su propia inconveniencia. A su vez persiguen las causas de las formas ideales y de lo bello, cuando captan lo obsceno por la expresión de lo obsceno; apartan la práctica de obscenidades, pero, a través de las palabras, manifiestan su conocimiento, y mutan su deseo en sentido contrario.

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