martes, 5 de julio de 2011

Espermatofagia

El volver de nuevo a la tierra es, evidentemente, el nacer de nuevo volviendo a entrar en el vientre materno de Juan 3.3,4.
Esta era más o menos la idea neolítica de la resurrección que tenían los cristianos primitivos, que recurrían para probar su existencia, no a la ficticia resurrección de Cristo, sino al ejemplo de la semillas sembradas. La famosa epístola 1 Corintios no solo se sirve ampliamente de esta analogía, sino que pone explícitamente a las estrellas como modelos de cuerpos incorruptibles (1Co 15.36-44). El lector puede leer en este blog* algunos de los textos de la literatura cristiana primitiva que hablan de la resurrección utilizando esta analogía. San Justino utilizaba como analogía el propio esperma humano. Según él, así como de una pequeña gota de esperma humano se forma el cuerpo, no es imposible que los cuerpos humanos, después de disueltos y esparcidos como espermas en la tierra (σπέρματον εἰς γῆν), resuciten a su tiempo por orden de Dios y se revistan de la incorrupción (Apología I.19).

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