sábado, 26 de febrero de 2011

San Ireneo, Adversus haereses, IV, 31

Así pues, hombre ignorante y no siervo de la lujuria, era perfeccionada la dispensación por la cual las dos hijas, esto es, las dos sinagogas, eran significadas, elegidas en la descendencia de uno y el mismo padre sin lujuria carnal. Porque no había ningún otro que pudiera darles el semen vital y el fruto de los hijos, del mismo modo que está escrito:traducción del texto griego:
Sin conocimiento de Lot, ni esclavizado al placer, ocurrió esto, sino que se cumplió totalmente la economía por la que eran significadas las dos sinagogas, que de uno y el mismo padre engendrarían sin placer carnal. Porque no había ningún otro que pudiera darles el esperma vital y el fruto de los hijos, como está escrito:
«Entonces dijo la mayor a la menor: Nuestro padre es viejo, y no hay nadie sobre la tierra que nos penetre, como es necesario en toda la tierra: ven, demos de beber a nuestro padre vino, y durmamos con él, para que suscitemos de nuestro padre semen».
(Gen 19.31,32)

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