¿Cómo, entonces, en los actos teúrgicos se actúa mucho sobre ellos como sometidos a las pasiones? Afirmo, con toda rotundidad, que quien diga esto lo hace con desconocimiento de la mistagogia sagrada. En efecto, entre los actos que ordinariamente se ejecutan en la teúrgia, unos tienen una causa inefable y superior a la razón; otros, como símbolos, están consagrados eternamente a los seres superiores; otros conservan alguna otra imagen, como también precisamente la naturaleza generadora modela imitativamente unas formas visibles de conceptos invisibles; otros se hacen en honor de la divinidad o bien tienen como objetivo una asimilación cualquiera o incluso una relación de parentesco; algunos, en cambio, nos procuran lo ventajoso para nosotros o purifican de algún modo y liberan nuestras pasiones humanas o apartan cualquier otro de los peligros que nos amenazan. Sin embargo ninguno estaría de acuerdo ya en reconocer que una parte del culto tiene por objeto dioses o démones venerados como seres susceptibles de pasión, pues la esencia eterna e incorpórea por sí no puede por naturaleza recibir un cambio proveniente de los cuerpos. |
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